Ciclos Biogeoquímicos
En contraste con la energía de la luz solar, los
nutrientes no descienden sobre la Tierra en un flujo continuo. Los nutrientes
son elementos y pequeñas moléculas que forman los bloques constructores
químicos de la vida. Algunos llamados macronutrientes, a estos los requieren
los organismos en grandes cantidades; algunos de ellos son agua, carbono,
hidrógeno, oxigeno, nitrógeno, fósforo, azufre y calcio. Los micronutrientes,
incluidos el zinc, molibdeno, hierro, selenio y yodo, sólo se requieren en
pequeñas cantidades. Los ciclos de nutrientes también llamado ciclos
biogeoquímicos, describen las rutas que siguen estas sustancias conforme se
mueven desde las porciones abióticas de los ecosistemas a través de las
comunidades y de vuelta a los sitios de almacenamiento no vivos.
Patrones y Tipos Básicos
de Ciclos Biogeoquímicos
Las principales fuentes de almacenamiento de los
nutrientes se llaman depósitos, y casi siempre están en el ambiente no vivo o
abiótico.
- Ciclos Gaseosos
Son aquellos en los cuales los nutrientes circulan
principalmente entre la atmósfera y los organismos vivos. En estos ciclos los
elementos son reciclados rápidamente, con frecuencia en horas o días. El
carbono, oxigeno y nitrógeno son elementos que tienen ciclos gaseosos, o sea
que su reservorio es la atmósfera.
- Ciclo del Carbono
Las cadenas de
átomos de carbono forman el armazón de todas las moléculas orgánicas, los
bloques constructores de la vida. El ciclo del carbono describe el movimiento
del carbono desde sus principales depósitos a corto plazo en la atmósfera y los
océanos, a través de los productores y hacia los cuerpos de los consumidores y
detritófagos, y luego de vuelta nuevamente a sus depósitos. El carbono entra en
la comunidad viviente cuando los productores capturan dióxido de carbono (CO2)
durante la fotosíntesis. En tierra, los organismos fotosintéticos adquieren CO2 de la atmósfera,
donde representa 0.038% de todos los gases atmosféricos. Los productores
acuáticos como el fitoplancton obtienen el CO2 (que necesitan para
la fotosíntesis) del agua, donde está disuelto.
Los productores
regresan parte del CO2 a la atmósfera o agua durante la respiración
celular, e incorporan el resto en sus cuerpos. La quema de bosques regresa
dióxido de carbono desde estos productores de vuelta a la atmósfera. Cuando los
consumidores primarios comen productores, adquieren el carbono almacenado en
los tejidos de los productores. Como ocurre con los productores, dichos
herbívoros y los organismos en los niveles tróficos superiores que los consumen
liberan CO2 la respiración, excretan compuestos de carbono en sus
heces y almacenan en resto en sus tejidos. Todos los seres vivientes
eventualmente mueren, y sus cuerpos se descomponen con ayuda de los
detritófagos y los saprófitos. La respiración celular por parte de estos
organismos regresa CO2 a la atmósfera y a los océanos.
Los procesos
complementarios de ingesta por fotosíntesis y liberación por respiración
celular continuamente transfieren carbono desde las porciones abióticas hacia
las bióticas de un ecosistema y de vuelta.
Sin embargo parte del
carbono se recicla de una manera mucho más lenta. Gran parte del carbono de la
Tierra está ligado en la piedra caliza, que se forma con carbonato de calcio
(CaCO3) depositado en el lecho marino en las conchas de fitoplancton
prehistórico. Pero dado que el movimiento del carbono desde esta fuente hasta
la atmósfera y de vuelta requiere de millones de año, este proceso es
extremadamente largo tiene muy poca aportación para el carbono en circulación
que sostiene los ecosistemas.
Otro depósito a largo
plazo de carbono está en los combustibles fósiles, que incluyen carbón,
petróleo y gas natural. Estas sustancias se produjeron a través de millones de
años a partir de restos de organismos prehistóricos enterrados profundo en el
subsuelo y sujetos a elevadas temperaturas y presiones. Además del carbono, la
energía de la luz solar prehistórica (que fue capturada por organismos
fotosintéticos) está atrapada en dichos depósitos. Cuando los seres humanos
queman combustibles fósiles para usar esta energía almacenada, se libera CO2
en la atmósfera con consecuencias potencialmente severas.
Ciclo del Carbono
Ciclo del Nitrógeno
El nitrógeno es un
componente crucial de aminoácidos, proteínas, muchas vitaminas, nucleótidos
(como el ATP) y ácidos nucleicos (como el ADN). El ciclo del nitrógeno describe
el proceso por el cual el nitrógeno se mueve desde su depósito principal, el gas
nitrógeno en la atmósfera, hacia los depósitos de amoniaco y nitrato en el
suelo y el agua, a través de los productores y hacia los consumidores y
detritófagos, para regresar de nuevo hacia sus depósitos.
La atmósfera contiene
alrededor de 78% de gas nitrógeno (N2), pero entre todas las formas
de vida, solo algunos tipos de bacterias son capaces de convertir N2
en una forma útil para las plantas y otros productores. Estos microorganismos
proporcionan el mayor conducto natural entre el depósito atmosférico y las
comunidades ecológicas. En un proceso llamado fijación de nitrógeno,las
bacterias que fijan el nitrógeno en el suelo y el agua descomponen los enlaces
en el N2 y lo combinan con átomos de hidrógeno para formar amoniaco
(NH3). Algunas bacterias que fijan nitrógeno entraron en una
asociación simbiótica con las plantas, de tal manera que las bacterias viven en
los tubérculos especiales en las raíces. Dichas plantas llamadas leguminosas
(soya, guisantes, trébol, etc.) se siembran extensamente en las granjas, en
parte porque liberan el amoniaco en exceso producido por las bacterias, y
fertilizantes en el suelo. Otras bacterias en el suelo y el agua convierten
este amoniaco en nitrato que también pueden usar los productores. Los nitratos
también se producen durante tormentas eléctricas, cuando la energía de los
relámpagos combina los gases nitrógeno y oxígeno, que se disuelve en la lluvia.
Cuando la lluvia cae, enriquece el suelo y el agua con este importante
nutriente.
Los detritófagos y los
saprófitos también tienen un papel en el ciclo del nitrógeno, y producen
amoniaco a partir de los compuestos que contienen nitrógeno de los cuerpos
muertos y desechos. Los productores absorben el amoniaco y el nitrato y los
incorporan en varias moléculas biológicas. Estas se transmiten a niveles
tróficos sucesivamente más altos conforme a los consumidores primarios comen a
los productores y ellos mismos son comidos.
En cada nivel trófico,
los cuerpos y desechos se descomponen por la actuación de los saprófitos, lo
que libera el amoniaco de vuelta al depósito en el suelo y el agua: El ciclo
del nitrógeno se completa mediante bacterias desnitrificantes. Dichas
residentes del suelo húmedo, pantanos y estuarios descomponen el nitrato y
liberan gas nitrógeno de vuelta a la atmósfera.
Las fábricas de
fertilizantes usan energía de combustibles fósiles y de N2 de la
atmósfera para sintetizar amoniaco, nitrato y urea (un compuesto nitrogenado
orgánico que también se encuentra en la orina). La quema de combustibles
fósiles combina N2 y O2 atmosféricos, lo que genera
óxidos de nitrógeno que forman nitratos. Los compuestos de nitrógeno
introducidos en los ecosistemas por los campos agrícolas que se fertilizan y
por la quema de combustibles fósiles ahora dominan el ciclo del nitrógeno, lo
que crea serias preocupaciones ambientales.
Ciclos Sedimentarios
Son aquellos en los
cuales los nutrientes circulan, principalmente, entre la corteza terrestre
(suelos, rocas y sedimentos tanto sobre la tierra como sobre los fondos marinos).
El tiempo de reciclaje en este caso es grande, debido a que los elementos
pueden quedar retenidos en las rocas durante miles o millones de años. El fósforo
y el potasio son elementos con ciclos sedimentarios, o sea que su reservatorio
es la corteza terrestre.d
- Ciclo del Fósforo
Se describe como el
proceso mediante el cual el fósforo se mueve desde su depósito principal, la
roca rica en fosfato, hacia los depósitos de fósforo en el suelo y el agua, a
través de los productores y hacia los consumidores y detritogagos, y luego de
vuelta a sus depósitos. El fósforo se encuentra en las moléculas biológicas que
incluyen nucleótidos (como el ATP) y los fosfolípidos de las membranas
celulares. También forma un componente principal de los dientes y huesos de los
vertebrados.
En contraste con el
carbono y el nitrógeno, el fósforo no tiene un depósito atmosférico. A lo largo
de su ciclo, el fósforo permanece enlazado al oxígeno en la forma de fosfato. A
medida que las rocas ricas en fosfato se exponen mediante procesos geológicos,
parte del fosfato se disuelve por la lluvia y el agua que fluye, lo que lleva
al suelo, los lagos y el océano, y forma los depósitos de fósforo que están
directamente disponibles para las comunidades ecológicas. El fosfato disuelto
se absorbe con facilidad por los productores, que lo incorporan en moléculas
biológicas que contienen fosfato. A partir de estos productores, el fósforo se
transmite a través de las redes tróficas; en cada nivel, el fosfato en exceso
se expulsa. Al final, los detritófagos y saprofitos regresan el fosfato al
suelo y al agua, donde entonces lo pueden reabsorber los productores o puede
regresar al sedimento oceánico y eventualmente volver a formar se en roca.
Parte del fosfato
disuelto en agua se transporta hacia los océanos. Aunque gran parte de este
fosfato termina en sedimentos marinos, cierta cantidad es adsorbida por los
productores marinos y eventualmente se incorpora en los cuerpos de
invertebrados y preces. Algunos de estos, a su vez, los consumen las aves
marina, que excretan grandes cantidades de fosforo de vuelta a la tierra. En
una época, el excremento de las aves marina llamado (guano) depositado a los
largo de la costa occidental de América de Sur se recolectaba y constituía una
fuente importante de fósforo en el mundo. Conforme se agotaba este recurso se
minó roca rica en fosforo, principalmente para producir fertilizante. El suelo
que se erosiona de los campos fertilizados transporta grandes cantidades de
fosfatos, hacia lagos, ríos y el océano, donde estimula el crecimiento de los
productores. En los lagos, el escurrimiento rico en fosfato desde la tierra
puede estimular un crecimiento excesivo de algas y bacterias cuyas
interacciones comunitarias naturales son perturbadas.
Ciclo del Fosforo
- El Ciclo Hidrológico
Describe la ruta
que sigue el agua mientras viaja, desde su principal deposito, los océanos, a
través de la atmósfera, a los depósitos en lagos, ríos y acuíferos de agua
dulce y luego de vuelta nuevamente a los océanos.
El ciclo
hidrológico difiere significativamente de los otros ciclos de nutrientes en que
la porción biótica de los ecosistemas tiene solo un pequeño papel; el proceso
fundamental del ciclo hidrológico continuaría incluso si la vida sobre la
tierra desapareciera.
El ciclo
hidrológico es impulsado por energía térmica solar, que evapora el agua e
impulsa los vientos que la transportan como vapor de agua en la atmósfera. La
gravedad lleva al agua de vuelta al suelo en forma de precipitación
(principalmente lluvia y nieve), la empuja y hace que fluya en ríos que se vacían
en los océanos. Estos cubren casi tres cuartos de superficie de la tierra y
contienen más de 97% del agua total de la Tierra, con otro 2% del agua atrapada
en hielo, lo que deja solo 1% como agua dulce líquida. La mayor evaporación
ocurre desde los océanos y la mayoría de la precipitación cae de vuelta sobre
ellos. Del agua que cae sobre el suelo, una parte se evapora del mismo, así
como de las plantas, de lagos y torrentes; una porción corre de vuelta a los
océanos, y una pequeña cantidad entra a depósitos subterráneos naturales
llamados acuíferos. Los acuíferos están compuestos de sedimentos permeables al
agua como cieno, arena o grava, que están saturados con agua. Con frecuencia se
explotan para suministrar agua para cultivos de riego.
Por desgracia,
en muchas áreas del mundo (entre ellas, China, India, África del Norte y el
Medio Oriente estadounidense) los acuíferos subterráneos han sido minados por
la actividad de la agricultura; esto es, el agua se saca más rápido de lo que se
vuelve a llenar. Los suministros de agua subterránea se agotan con rapidez en
India, que ahora supera los 1000 millones de habitantes, podría verse afectadas
si sus cultivos mueren en la medida que el agua subterránea se agote.
Los cuerpos de
los seres vivientes son aproximadamente 70% agua, pero solo una pequeña porción
del agua total involucrada en el ciclo hidrológico global entra a las
comunidades vivientes de ecosistemas terrestres. Una parte es absorbida por las
raíces de las plantas y muchas de ésta se evapora de vuelta a la atmosfera
desde sus hojas mediante un proceso llamado transpiración. Una cantidad
relativamente minúscula de agua participa en las reacciones químicas de la
fotosíntesis, y se vuelve a sintetizar y a liberar durante la respiración
celular.
El ciclo
hidrológico es crucial para las comunidades terrestres porque continuamente
restaura el agua dulce necesaria para la vida terrestre. El agua es un solvente
para todos los otros nutrientes y ninguno puede entrar o salir de las células de
un organismo a menos que se disuelva en agua.
Las hojas de las
plantas solo pueden absorber dióxido de carbono gaseoso después de disolverse en
una pequeña capa de agua que recubre las células dentro de la hoja. El ciclo
hidrológico no depende de los organismos terrestres, pero ellos desaparecerían
rápidamente sin dicho ciclo.
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